Muchas veces pensar en sentarse a armar una planilla de presupuesto puede generar desgano, concibiéndola como una tarea abrumadora y complicada.
El desgano se genera por distintos factores como la complejidad que muchas personas perciben en la creación de un presupuesto. El solo hecho de pensar en tener que clasificar gastos, hacer cálculos y seguir un plan financiero puede resultarles intimidante si no están familiarizados con este proceso.
Otro factor común es el hecho de confrontar la realidad financiera. Para algunas personas, sentarse a hacer un presupuesto significa enfrentarse a su verdadera su situación financiera. Esto puede resultar incómodo o estresante, especialmente si se dieron cuenta de que están gastando más de lo que ganan o si tienen deudas significativas.
La falta de motivación, por no contar con metas financieras claras o un propósito definido y la percepción negativa que algunas personas tienen por relacionar la creación de un presupuesto con restricciones, privaciones o limitaciones en su estilo de vida son otros factores claves de desgano.
Por estos motivos, y por tanto otros, las personas postergan o evitan la tarea de armar un presupuesto. Sin embargo, estas leyendo esto para aprender a decirle no al desgano, a la mentalidad de escasez y a la imposibilidad.
Superar este desgano sólo requiere un cambio de mentalidad y la creación de hábitos que hagan el proceso más fácil y motivador. Dice Warren Buffet “No tenemos que ser más inteligentes que el resto, tenemos que ser más disciplinados que el resto” y es exactamente eso lo que te propongo.
La neurociencia nos dice que crear un hábito implica establecer una rutina consistente y repetir acciones de manera regular hasta que se conviertan naturalmente en parte de tu vida. Es poner el enfoque en perfeccionarte en el día a día y no en los resultados futuros. Suponte que tenes dinero en el banco y todos los meses ahorras un poco más. Los resultados de esos ahorros no van a ser los deseados en el corto plazo, pero si podes confiar en que tu trayectoria es la correcta y seguis ahorrando mes a mes, año tras año, vas a lograr cambios inmensos. Cuando la falta de progreso no te haga sentir bien, debes recordar que estas eligiendo correctamente, que te estás moviendo en la dirección correcta.
Por eso, insisto en la periodicidad de tu ahorro, en revisar tu presupuesto, en ajustarlo en función a tus metas. La clave está en sentarte a revisar tu planilla recurrentemente, interactuar con ella, ver espacios de cambios para que se convierta con el correr del tiempo en un acto natural de tu vida, para que se convierta en un comportamiento automatizado.
El hábito es tan importante como el presupuesto en sí mismo. Te invito a realizar el taller de presupuesto paso a paso para que comiences a crear el hábito de presupuestar y logres hacer que ahorrar sea fácil para vos.
¡Te espero!
